¿Cuántos tipos de aceites de oliva existen en el mercado?
Todos sabemos que el aceite de oliva es una grasa vegetal resultante de la molturación de las aceitunas sanas. Sin embargo, en muchas ocasiones desconocemos las diferencias que hay entre los diferentes tipos o categorías comerciales existentes. Conocerlas nos permitirá elegir pero, sobre todo, saber qué es lo que consumimos.
¿Alguna vez has pensado que el aceite de oliva (a secas) por el hecho de ser refinado es mejor que el resto? Este es un pensamiento muy habitual que muchos consumidores asocian al significado de “refinado” que la Real Academia Española define como “sobresaliente, primoroso en una condición buena”.
Sin embargo, en este caso la definición de dicho adjetivo no se corresponde con la realidad y puede llevar a confusión. A continuación, te explicamos los diferentes tipos de aceites de oliva existentes y sus diferencias.
Categorías comerciales de los aceites de oliva
Sobre el aceite de oliva se han escrito muchísimas definiciones. Por ejemplo, el Convenio Internacional del Aceite de Oliva de 1986 atribuye la denominación de “aceite de oliva” únicamente al aceite procedente del fruto del olivo (Olea europaea L.), con exclusión de los aceites obtenidos mediante disolventes o procedimientos de reesterificación y de toda mezcla con aceites de otra naturaleza.
Por su parte, el Reglamento de Ejecución (UE) nº 29/2012 de la Comisión Europea establece las siguientes definiciones:
- Aceite de oliva virgen extra
“Aceite de oliva de categoría superior obtenido directamente de aceitunas y solo mediante procedimientos mecánicos. Su acidez, expresada en ácido oleico, no supera los 0,8 g por cada 100 g”.
En pocas palabras, se trata del puro zumo de aceitunas o, lo que es lo mismo, un aceite con un perfil organoléptico perfecto, que no presenta defectos y posee unos atributos positivos que derivados de la variedad de aceituna con la que esté elaborado.
- Aceite de oliva virgen
Aquel “aceite de oliva obtenido directamente de aceitunas y solo mediante procedimientos mecánicos”. Su acidez, expresada en ácido oleico, no supera los 2 g por cada 100 g.
Este tipo de aceite presenta algún defecto en su perfil organoléptico, apenas perceptible no siendo mediante una cata realizada por un catador experimentado.
- Aceite de oliva
Aceite de oliva constituido por una mezcla de aceite de oliva refinado y virgen o virgen extra. Su acidez, expresada en ácido oleico, no es superior a 1 g por cada 100 g. Este aceite de oliva refinado se obtiene a partir del refinado de los aceites defectuosos, que no han alcanzado los parámetros de calidad.
En el proceso de elaboración del aceite refinado se utilizan otros procesos químicos y/o térmicos que eliminan aromas, sabores y colores. Por tanto, el aceite de oliva es un aceite refinado sin sabor ni olor que, mezclado con virgen o virgen extra (10% – 20%), se comercializa con los adjetivos “suave” o “intenso”, etc.
- Aceite de orujo de oliva
“Aceite constituido por una mezcla de aceite de orujo de oliva refinado y de aceites de oliva vírgenes distintos del lampante”. Su acidez libre, expresada en ácido oleico no podrá ser superior a 1 g por cada 100 g.
Se trata de un aceite que resulta del refinado, por medios químicos, del orujo — subproducto resultante de la producción de aceite de oliva– obtenido durante la molturación de la aceituna.
Ahora ya conoces las cuatro categorías comerciales que puedes encontrar en un lineal. Sin embargo, si de definiciones hablamos, existe otro tipo de aceite de oliva no comercial denominado “lampante” (o refinable).
- Aceite de oliva lampante
Su nombre proviene del uso que se le daba en la antigüedad como combustible para las lámparas o candiles. Se trata de un aceite virgen defectuoso, cuya acidez, expresada en ácido oleico, es superior a 2 g por cada 100 g. Actualmente se utiliza para refinar y, mezclado con una pequeña proporción de virgen o virgen extra pasa a ser comercializable, dando lugar al “aceite de oliva”.
La peculiaridad del aceite de oliva lampante es que no se puede consumir directamente una vez extraído como los vírgenes.
Tres aspectos muy importantes
Ahora que ya conoces qué tipos aceites de oliva puedes encontrar en supermercados, hipermercados y tiendas gourmet, no te costará elegir aquel que se ajuste a tus gustos y preferencias, incluso, a tu bolsillo.
Para ello, debes recordar estos tres aspectos:
- El aceite de oliva (a secas) es una mezcla de aceites refinados con vírgenes.
- Solo el virgen extra y el virgen pueden ser consumidos directamente tras su obtención.
- Los demás, el oliva y el orujo de oliva, necesitan ser refinados antes de poder ser consumidos por el ser humano.
Nunca olvides que el virgen extra es el aceite de categoría superior, un puro zumo de aceitunas que alberga infinitas bondades saludables. En Magnun Sess obtenemos nuestros vírgenes extra de la variedad Picual, aplicando unos protocolos muy estrictos.